...con el corazón, la mirada cómplice y la palabra silenciosa, el aspersor de estrellas esboza una constelación...

martes, 1 de marzo de 2011

La condena inexistente


¿Mis manos?
Atadas,
cansadas de forcejear

¿Mis sueños?
Inalcanzables,
oprimidos por la realidad

Camino…
Te encuentro
Tú, distinto

Me condenas,
por ser diferente,
pensé

¿Tus manos?
Ociosas quizá,
dirigidas por la sociedad

¿Tus sueños?
Palpables quizá,
te detiene el no actuar

Camino…
Me encuentras
Yo, distinta

Te condeno,
por ser diferente,
pensaste

Creaste en tu mente,
con un pensamiento,
la condena inexistente

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